Brevísimo panorama del rock en el Perú que repasa diversos géneros, movidas y estilos que se han ido desarrollando y fusionando desde su llegada al país, hasta algunos datos sobre las nuevas propuestas en la escena roquera local.
El rock llegó al Perú a través del cine, a mediados de los 50s, con el estreno de películas como “Blackboard Jungle”, “Rock a Round The Cloud” y “Rebelde sin causa”. El ritmo frenético de la música y la imagen rebelde de los personajes definió la actitud con la cual, la nueva generación en todo el mundo, iba a identificarse. Bill Halley, Elvis Presley y Little Richard se convirtieron en los nuevos ídolos.
El gran arquitecto y escritor peruano Héctor Velarde publicó en 1958 un relato llamado “Rock and Roll”. Un año antes ya habían sido lanzados al mercado peruano las dos primeras referencias discográficas de rock and roll hechas en nuestro país. El disco de 45 rpm de Eulogio Molina y sus Rock and Roller, apareció a través del sello MAG. El Mini LP de “Los Millonarios del Jazz”, titulado “Rock and Roll”, apareció a través de Sonoradio. Este último incluye la primera composición de rock hecha en el Perú y una de las primeras en Latinoamérica: “Rock With Us”. Sin embargo dichas agrupaciones eran esencialmente orquestas que integraban a su repertorio los ritmos de moda.
Habría que esperar recién a principios de los 60s para la aparición de las primeras bandas de rock propiamente dichas. Es así que se dan a conocer agrupaciones como Los Zodiacs, Los Astoria Twister, Los Sunset’s, Los Kreps y en especial Los Incas Modernos. Una agrupación proveniente del Callao y que fueron los encargados de publicar el primer LP del rock peruano en 1964. Por estos años también aparecen diversos solistas de la llamada Nueva Ola que traducen al castellano los éxitos musicales del festival de San Remo. El rock y la Nueva Ola compartían escenario y repertorio, y las diversas agrupaciones y solistas empiezan a llenar las Matinales (conciertos organizados los domingos en diversos cines de Lima). Así como a aparecer en programas televisivos de Variedades. Diversos sellos discográficos se encargaron de difundir el nuevo ritmo: IEMPSA, Sono Radio, El Virrey, Mag y Dis-Perú.
La aparición de los Saicos va a marcar un nuevo derrotero para el rock peruano. El cuarteto, proveniente del distrito de Lince, graba el tema “Demolición, que se convierte en un éxito y un clásico del rock en nuestro país. Esto gracias a su estilo crudo que combina el garaje con el surf rock.
Aparecen entonces bandas como Los Yorks, Los Far Fen, Los Datsun, Los Golden Boys, Los Termits, Los Steivos, Los Shains, Los Belking’s, Los Loops, Jean Paul El Troglodita, The New Juggler Sound y en particular Los Doltons. Esta última se convirtió en una de las más exitosas gracias a su versión de “El último beso”. El sonido instrumental de guitarras tendrá a representantes notables en nuestro medio como Los Belking’s pero también a Los Vips, Los Jaguars, Los Siderals y Los Holy’s.
Hacia 1967 la psicodelia ya se había instalado en el país, bandas como Los Yorks y Los Shains empiezan a experimentar con dichos sonidos. La aparición de Laghonia, Los Mad’s y Traffic Sound, ya establecían un nuevo periodo para el rock peruano.
A la vez la aparición de un grupo como El Polen, de los hermanos Pereyra, marca el camino para la fusión del rock con los sonidos andinos, algo que también está presente en grupos como El Opio y El Ayllu. El sonido del rock peruano entraba a una fase de complejidad. Grupos como Telegragph Ave, El Alamo, Zulu, Gerardo Manuel y El Humo, agregan a la fusión sonidos pesados y progresivos y además una gran estilización en agrupaciones como We All Together o el Grupo Amigos. La aparición de Tarkus y Pax definirá ya el sonido del rock pesado hecho localmente y por su parte grupos como El Trébol (Cuzco), los Texao (Arequipa), Libre Expresión (Huancayo), dan muestras que el rock se cultiva en diversas partes del Perú.
Mención aparte merece el trabajo de Black Sugar, como representantes del latín rock y el soul funk. Tuvieron como productor a Jaime Delgado Aparicio, una de las figuras del jazz peruano. Bossa 70, es otro importante grupo de similares características.
“Toda esa efervescencia tiene como telón de fondo político diversas posiciones ideológicas enfrentadas, que van a traer como consecuencia el golpe de estado del general Juan Velasco Alvarado en 1968, con lo cual se inaugura el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas y la crisis del Estado Oligárquico. Por entonces las migraciones a la capital se han intensificado con el consecuente desborde urbano. Las costumbres y sonidos de la provincia, que ya gozaban de un público y una industria, empiezan a mezclarse con la psicodelia. La promoción de la música peruana del gobierno velasquista tienen su mejor imagen en la creación del Taller de la Canción Popular (1974), de Celso Garrido-Lecca.” (Folleto de la muestra documental “Salvaje: Los inicios del Rock en el Perú”)
Hacia 1975 la escena de rock peruano empieza un periodo de repliegue, son más bien los artistas de música tropical los que llaman la atención de los sellos discográficos. Grupos como Los Zheros, Los Destellos, Los Mirlos, fusionan la cumbia con elementos del rock psicodélico.
Entre tanto es el folklore y la nueva canción los estilos que predominan, algunos grupos como You, Frágil y Up Lapsus hacen su aparición. Sin embargo, no será sino hasta entrada la década de los 80s que empiezan a atraer la atención del público masivo.
Pedro Cornejo, en “Alta Tensión, los cortos circuitos del rock peruano”, nos dice al referirse a este período entre fines de los 70s y principios de los 80s: “Estaban los grupos que se inscribían dentro del rubro de rock progresivo (Frágil, Nice, Crisis, Mar Di Grass). Se presentaban en cine clubs como el Don Bosco, o el Champagnat, en auditorios como el del Colegio Santa Úrsula o El Olivar de San Isidro”, Más adelante agrega: “Y estaban los grupos que tocaban en el Centro de Lima en una serie de locales del Jirón Cailloma, bandas como: Araña, Up Lapsus, Agresión, La Máquina del Rock, que tenían una orientación más achorada y rocanrolera. Otra corriente importante estuvo constituida por bandas como Cimento, Soljani, Andrómeda, Abiosis, Kotosh, Madrigal, Temporal, Del Pueblo, entre otras, que cultivaban el hard rock, el folk rock y la fusión con música andina”.
Muchas de estas bandas mencionadas tendrían una existencia fugaz y apenas unas cuantas dejarían material grabado. A ellas hay que sumar la aparición de bandas como Anarquía (el primer grupo punk peruano, de 1977), Durazno Sangrando y Benito La Costa.
Sería Frágil el grupo que descollaría de toda esta camada de nuevas bandas. La publicación de su álbum “Avenida Larco” (1980) y del tema del mismo nombre, los catapultaría y se convertiría en una de las bandas más importantes de estos años. Fueron los encargados de reintroducir el rock a los medios masivos, gracias también a la difusión de su videoclip “Avenida Larco”: el primero que se realiza con una banda de rock en nuestro país. En simultáneo se iría germinando otro movimiento conocido como Rock Subterráneo, movimiento de hardcore punk anarquista, del cual Kola Rock, liderado por Edgar Barraza (Kilowatt) sería uno de sus antecedentes.
En un artículo publicado en marzo de 1986 escribió Sigfrido Letal (Oscar Malca): “Lo de los subterráneos les viene por su intransigente oposición al mercantilismo y por su postura contra los grupos institucionalizados del rock nacional. Asimismo por el circuito de producción, circulación y consumo en el que se mueven”. Valga decir maquetas y grabaciones artesanales, fanzines y escenarios alternativos como la Carpa Teatro, creada por el grupo Los Bestias.
Algunas de las bandas del rock subterráneo que destacaron fueron: Leusemia, Narcosis, Zcuela Cerrada, Guerrila Urbana, Autopsia, Ataque Frontal, Exodo, Voz Propia, Yndeseables, SdM, Salón Dadá, Flema, Kaos, María T-Ta, Delirios Kronicos, T de cobre, Feudales, TBC, Pánico, Eructo Maldonado, Eutanasia, Lima 13 y muchas más.
El rock subterráneo, a pesar de ser predominantemente hardcore punk, diversificó sus estilos hacia el sonido del rockabilly, post punk, techno, ska, fusión y noise. Fue una época fecunda en que artistas, poetas y músicos trabajaban en conjunto en medio de un entorno violentista por la aparición de grupos terroristas y una fuerte crisis económica. Fueron pocos los grupos que lograron publicar discos profesionalmente, solo Leusemia y Eructo Maldonado tuvieron ediciones en LP, los demás daban a conocer sus grabaciones a través de maquetas. Con un sonido “lo fi” pero provistos de visceralidad, esas maquetas cruzaron las fronteras. De todas ellas, el “Primera Dosis, y el “Volumen II”, son dos referentes indispensables. Ha quedado también para la posteridad el documental “Grito Subterráneo”, dirigido por Julio Montero.
Hay que mencionar que algunos grupos de fusión, como Del Pueblo y Del Barrio que alternaban con los subterráneos, lograron también un reconocimiento grande, tocando en grandes festivales y publicado diversos discos en formato vinilo.
En simultáneo al rock subterráneo estaban las bandas que habían tomado los medios masivos y que eran la respuesta local al boom del hisparock. Así grupos como Arena Hash, Rio, Danai, Jas, La Banda Azul, Tv Color, Miky Gonzales, entre otros, llenaban coliseos y las estaciones de radio. Canciones como La “Universidad”, de Río, “Lola” de Miki Gonzalez y “El rey del Ah Ah Ah” son parte del imaginario musical de esa década.
Pero los 80s tuvieron más rock, la escena metalera fue también fructífera y bastante organizada con conciertos multitudinarios. Entre las bandas peruanas más destacadas de aquellos años se encuentran: Mazo, Masacre, Oxido, Hadez, Mortem, Sentencia, Curriculum Mortis, Kranium, entre otras.
Finalizado los 80s empieza a desvanecerse la llama de lo que fue el rock subterráneo. La escena hardcore y metal cruza sus mundos y empieza a dar sonidos radicales, artistas que se inscriben en el universo del grindcore, el noisecore y el industrial noise. Así aparecen nombres como Atrofia Cerebral, Spasm, Audición Irritable, MDA, Distorsión Desequilibrada, Esperpento, etc.
Ya entrado los 90s hay diversos cambios políticos y económicos que repercuten en la escena musical. Como por ejemplo el ingreso al poder de Alberto Fujimori, quien en 1992 disolvió el Congreso y realizó un autogolpe de Estado, iniciando un gobierno autoritario de reformas neoliberales. Pedro Cornejo escribe:
“Uno de los efectos inmediatos de esa liberalización fue la apertura de las fronteras económicas a todo lo que viniera del extranjero y la reinserción del Perú en el mapa de la economía mundial…en el plano local todo ello se tradujo en el resurgimiento de una escena “comercial” encabezada por solistas tremendamente exitosos.”
Y así mientras los pubs daban a conocer a bandas como Beat Sudaka, Mar de Copas, La Liga del Sueño y posteriormente a grupos como Acidos Acme, Cimarrones, Avispón Verde, Circo Ficción o El Aire. La escena comercial deliraba con el éxito de Los Nosequien y Nosecuantos, Pedro Suárez Vértiz, el remozado Miki Gonzáles, Dudo, Sangre Púrpura, Julio Andrade, Nina Mutal, Tierra Sur y Turmanye.
Por su parte muchos de los grupos del rock subterráneo empiezan a reaparecer, como Leusemia, G-3 y Voz Propia, y empieza a resurgir una escena alternativa de rock gracias a la aparición de sellos discográficos como Navaja Producciones, Eureka Records y GJ Records. Surgen por estos años artistas como Dolores Delirio, Huelga de hambre, Reset, Metadona, Los Mojarras, El Guetto, Radio Criminal, Combustible y Rafo Ráez, cuyos videos dan a conocer también a una nueva generación de directores peruanos de videoclip y algunos logran entrar en rotación de la cadena MTV.
La movida irá creciendo en conciertos y festivales cada vez más grandes como el recordado Niño Malo del estadio Manuel Bonilla de Miraflores, que reunió a 10 mil personas. En simultáneo grupos como Hipnoascención, Espira, Evamuss, Catervas, Avalonia y Resplandor dan vida a una efervescente escena de neopsicodelia y rock experimental underground, al que más adelante se suman grupos como Octavo Nervio, Asido Tubalius y Electro-Z. Estos últimos graban y publican un CD de manera profesional con la producción de Rafo Arbulú. Desde provincia llegan noticias de bandas como Cleopatra (La Oroya), Suicidio Temprano (Trujillo), Ruidosfera y Kawide (Arequipa).
La escena alternativa no dejará de dar a conocer a bandas vinculadas a los sonidos más duros y corrosivos como: Maestro Canibal, Dios Hastío, Confronto, PTK, Héroe Inocente, Autonomía y Metamorphosis. Por otro lado estaban las bandas de punk melódico como Futuro Incierto, Decisión Final, Inyectores que van a ser los antecedentes directos de bandas como Dalevuelta, 6 Voltios, Diazepunk, Terreviento y Tragokorto, que se dan a conocer en los dos mil.
Tratar de resumir todo lo acontecido desde los inicios de los dos mil en adelante es difícil. Lima, Trujillo, Arequipa y Cajamarca, son ciudades que han experimentado una diversificación de propuestas musicales en lo que se refiere al rock. Los grupos se han multiplicado al igual que los locales de conciertos y los festivales. El abaratamiento de la tecnología ha hecho posible que se pueda grabar discos sin recurrir a un estudio profesional. El multicopiado y la aparición del formato mp3, así como internet (youtube), han permitido generar una difusión alternativa con la aparición de blogs y webs especializadas.
Esto ha generado la aparición de sellos discográficos independientes, que abogan por un estilo y una ética. Así finalizado los 90s y el inicio de los dos mil se dan a conocer sellos como: Mundano, Aloardi, Descabellado, Contraorden, Internerds, Dorog, Buh Records, Plastilina, Repsycled, Sonidos Latentes, Automatic, Cuaderno Roto, Ogro Records, Fast Kids Crew, La Flor Records, Xaria Music, Mamacha, Urbanoide, Cósmica, Identidad, Hype Records y A Tutiplen, entre otros.
Uno de los fenómenos más visibles a escala global lo constituye la cultura de lo retro. Se genera el boom de las reediciones y la recuperación de artistas del pasado, vinculado a revivals musicales de todo tipo. En nuestro país los grupos que mejor han encarnado ese fenómeno han sido los Manganzoides, Vaselina, Los Stomias, Los Silver Mornings, Cesar N y Confuzztible (Arequipa), Los Protones y Los Castigos. Los primeros han versionado a grupos como los Saicos, cuyas grabaciones fueron reeditadas hacia fines de los 90s por el sello español Electro Harmonix. Esto los convirtió en una banda de culto en el mundo entero, generando un boom por el rock peruano de los 60s y 70s. A esa reedición se sumó “Back to Perú”, publicado por el sello español Vampisoul, que terminó de crear el culto por el rock peruano de este período. Sellos como Lazarus en Estados Unidos y Repsycled en el Perú se han dedicado a la reedición de estos álbumes difíciles de encontrar.
Y así como el rock, la cumbia psicodélica es el otro gran género musical que ha gozado de internacionalización y muchas bandas de rock han empezado a virar su sonido hacia la cumbia. Los Mojarras y La Sarita ya habían marcado el camino, pero ahora grupos como Bareto, Barrio Calavera, La Nueva Invasión, Los Chapillacs, se han convertido en estandartes de una remozada escena de rock fusión que tiene a la cumbia como principal ingrediente.
Están también las bandas crossover que han fusionado el metal con el hip hop, como Demente Común, Area 7, Valium (cuya guitarrista y vocalista Veronik ha seguido una carrera en solitario), Por hablar, La raza, Ni voz ni voto. La presencia femenina en el rock ha estado también encarnada por grupos como Las Tabas y Atómica.
Por otro lado, están las bandas de ska y sus diversas variantes: Psicosis, Carnaval Patético, Asmereir son las bandas más emblemáticas. A fines de los 90s apareció Turbopótamos, quienes se encargaron de dar a conocer dicho género a una nueva generación. De ahí llegarían bandas como: Adictos al Bidet, Pura Merka, Vieja Skina, Na que ver, Antistatika y más.
Y mientras la escena alternativa ha seguido creciendo con festivales que se realizan en el cono norte y en Lima, grupos como: Libido, Mar de Copas, Leusemia, Amen, Laguna Pai y Francoise Peglau ratifican su lugar como bandas a la cabeza de festivales. Esto debido a su poder de convocatoria en festivales de rock masivos y del circuito independiente.
A esto hay que agregar la actividad que vienen realizando los sellos discográficos al igual que las bandas que desarrollan su carrera desde la autogestión. Plug Plug es una de las bandas que ha generado en el circuito alternativo una gran acogida, y a partir de su aparición, han surgido bandas como: Buh, Millones de Colores, Pony, Un viejo Arco Iris, Ciudad Papel, Procrastinación 1, Fiesta Bizarra (Trujillo), Tony Danza (Arequipa), Kali Iuga (Moquegua), que tienen un sonido vinculado al screamo y el post hardcore. Plug Plug también ha compartido escenario con bandas como Kinder o Pilotocopiloto, que tienen más bien un sonido asociado a la psicodelia, space rock, el rock experimental y el noise rock. También se puede descubrir en bandas como: La Ira de Dios, Serpentina Satélite, Hamann, Henry Gates, Macondo, Eter-k, Moldes, Ertiub, El Mundo de Pecval, El hombre misterioso, Las Vacas de Wisconsin, Juan Sayago, Avida, Christian van Lacke y la fauna, Antena, Brayan Buckt, Peter Pedro (Arequipa), Yushimi, Panyoba, Puna, Zetangas, Virgen Sideral, Montibus Communitas, Bondage (Trujillo). Algunas más pesadas como: Reino Ermitaño, Locomotora, Caballo de Plomo, Cobra, Cholo Visceral, Don Juan Matus, El cuy, Liquidarlo Celuloide, Fiorella 16 (Arequipa). En la otra orilla, podemos encontrar más bien un renacimiento del formato de rock melódico con artistas como: Gomas, Ciudad Grajea, Almirante Ackbar, Mundaka, Gris Volta, Los Zapping y Amadeo Gonzales.
Por otro lado, están las bandas de rock progresivo, un género que ha tenido en grupos como Leusemia (sonido punk rock) uno de sus principales representantes (Daniel F, líder de la banda, lanzó a fines de los 90s un fanzine dedicado al rock progresivo). Entre las bandas de progrock que aparecieron en la última década se encuentran: Presidente Morsa, Nudo de espejos, Tanuki Metal, Stretch It to the limit, Flor de Loto, El cerebro de Gregorio Samsa, Locomotora, Circo al Eden, Tabla Espacial, Syenite y Supay.
Por otro lado se encuentran las jóvenes bandas de rockanroll, cuya crudeza ratifica la tradición del rock directo y de sonido frontal que desde el rock subterráneo no deja de tener cultores, podemos mencionar de una extensa lista a: Cocaína, Morbo, Varsovia, Eva y John, Los Hijos de Culto, Alias La Gringa (Arequipa), entre otros, que van dando forma y cuerpo a la nueva movida roquera nacional.
Bibliografía
CORNEJO, PEDRO: Alta Tensión, Los cortos circuitos del rock peruano, EMECE, 2002
ROTONDO, CARLOS TORRES: Demoler, Un Viaje Personal por la primera escena del rock en el Perú (1957-1975), Revuelta Editores, 2009
SOTANO BEAT: Dias Felices (Contra Cultura, 2012)
Reflexión recopilada por Luis Alvarado.
Luis Alvarado (Lima, 1980). Curador e investigador independiente de amplia trayectoria. Poeta y artista visual. Responsable del proyecto de archivo de música electrónica y experimental peruana Sonoteca, del Centro Fundación Telefónica. Conductor y productor del espacio radial, Cazar Truenos en Radio Filarmonía. Miembro del equipo organizador del festival INTEGRACIONES de música experimental latinoamericana, que se realiza en Lima. Ha dirigido el documental: “Ruido Vulgar: extremos sonoros en Lima”, sobre el noise y música experimental. Colabora en diversos medios especializados sobre música y fonografía.