Del 6 al 27 de abril en la Galería de Arte del Club Regatas Lima(Av. Chachi Dibos 1201, Chorrillos), se exhibirá la exposición de acuarelas “Chorrillos: entre la historia y mitos” del destacado pintor nacional Francisco Manuel Pantigoso Velloso da Silveira. La muestra puede visitarse de 10 a.m. a 10 p.m.
Se trata de obras de distinto formato, en donde se plasman diversos temas de Chorrillos del ayer y hoy, como por ejemplo, la destrucción de Chorrillos en 1881, los mitos como el Salto del Fraile y el fantasma del túnel de la Herradura, el antiguo malecón, la playa de pescadores, la cruz de caminantes, la antigua plaza de San Pedro, el añejo Club Regatas, entre otros temas.
Pantigoso destaca por sus diversas exposiciones en el Perú y en el extranjero, habiendo obtenido Medalla de Oro en acuarela en Rio de Janeiro, Brasil. Es nieto del pintor Manuel Domingo Pantigoso, Premio Nacional de Pintura, y del renombrado poeta Manuel Pantigoso.
Sobre su obra, escribe el crítico de arte Fernando Villegas en el catálogo: “Pintar un paisaje siempre ha sido un reto para el artista, es conocer los espacios que recorrieron la memoria colectiva y que identifica ese lugar como propio; el artista al encontrarse y verse reflejado en la naturaleza la traduce y nos permite conocerla en sus múltiples percepciones.
El paisaje sea de marina o arquitectónico fue un género cultivado por los artistas peruanos y latinoamericanos desde el siglo XIX con la clara búsqueda de una identidad nacional. Tal fue el caso del pintor peruano Teófilo Castillo con sus alumnos quienes tomaron del natural la playa de la Herradura en 1906.
Francisco Manuel Pantigoso nos invita a redescubrir a través de sus acuarelas los espacios de Chorrillos que ante el ojo del artista aparecen inéditos. Nos muestra por medio del color lugares inmersos en brumas que en algunos casos se convierten en figuras abstractas, flameantes y plenas de movimiento.
El color arbitrario fue una característica defendida por los artistas postimpresionistas como Paul Gauguin y Vincent van Gogh, quienes trataron de expresar los sentimientos del artista vistos a través de la naturaleza y no como una mirada realista. Debido a ello un árbol podía ser naranja o violeta de acuerdo a la sensibilidad de quien lo pinte.
En la exposición “Chorrillos: entre la historia y mitos” el color es subjetivo y arbitrario, expresa la sensibilidad del artista en el auto reconocimiento del lugar. Las formas de los paisajes son herederas de la tradición de la pintura simbolista o vanguardista peruana. Las manchas son gruesas y rápidas, las formas se desdibujan hacia sugerentes abstracciones, que a través de la línea ondulante expresan movimiento. Mirar Chorrillos, desde la propuesta de Pantigoso, es encontrarse con nuevas alternativas de saber mirar”.