La artista autodidacta Sandra Bottger plasma costumbres y tradiciones peruanas en esculturas de pancas de maíz. Preocupada por el medio ambiente, Bottger ve en las pancas un material noble, residual y orgánico que hoy en día es necesario fortalecer. En esta entrevista nos cuenta sobre su propuesta artística, el uso de las pancas de maíz en ella, su espíritu inclusivo y su interés por retratar costumbres y tradiciones.
¿Dónde aprendiste la práctica de manipular pancas de maíz?
Bueno a mí siempre me gustó hacer trabajos a mano, en el transcurso de mi vida aprendí técnicas en diversos materiales. Cuando me mudo con mi familia a Oxapampa, más exactamente a Huancabamba, yo no tenía acceso a tiendas de arte ni mucho menos una oportunidad de comprar materiales. Salí al huerto de mi padre y él tenia, entre otros, plantas de maíz. Encontré algunas pancas en el suelo. Las examiné y me pareció interesante poder trabajar con ellas.
El Inca y la Coya retratados en pancas de Maiz por Sandra Bottger.
¿Hace cuánto tiempo llevas haciendo obras con panca de maíz y cómo crees que ha evolucionado tu relación con este material?
Bueno yo empiezo a realizar labores a fines del 2009 más o menos, ya 5 años atrás. Te diría que sí, he tenido avances importantes en la técnica. Se puede apreciar en los trabajos mismos: tienen más volumen, más color, mejor acabado, más detalle y más durabilidad. Sé que voy a ir mejorando y esto es lo que me fascina.
Bottger está sumamente interesada en tradiciones como la marinera.
¿Cuáles son las ventajas de trabajar con este material?
Lo más importante es que es un producto natural, por ello no daña el medio ambiente. Estamos haciendo “arte sano”, no estamos depredando. Usamos, por decirlo de alguna forma, algo que desecha la propia naturaleza. Las bases las sacamos de ramas de plantas secas, o que fueron podadas. También uso pepas, así como el pelo de la cabuya y además los tintes que empleo son naturales.
Es importante velar por el medio ambiente. Al ser las pancas un producto residual orgánico, y al ser desechado este no va a contaminar el medio ambiente. Este es el lugar donde vivimos y donde vivirán nuestros descendientes. Todo lo que hagamos o dejemos de hacer hoy influenciará mucho en el futuro. En este sentido siempre estoy haciendo cosas para aportar con mi granito de arena al cuidado del medio ambiente. Reutilizo, reciclo y reduzco el consumo de productos contaminantes.
Las obras de Bottger dan vida al virrey y a la tapada limeña.
¿Qué temas o qué personajes tratas con las pancas de maíz?
Inicialmente, quise trasmitir la fusión de las costumbres austro-alemanas con las peruanas, ya que yo soy de Oxapampa y siempre me fascinó escuchar las historias de su llegada y vivencias en la zona. Además no encontré expresión artística al respecto.
Luego fui haciendo personajes que van interviniendo en esa fusión, y fui abarcando un poquito más, sobre las costumbres del Perú. Porque eso es el Perú, es un tamiz de costumbres. La verdad no veo que se considere mucho eso. Encontramos artesanía por zonas, pero no como se han fusionado, siempre son las mismas características.
También quiero que las personas que vean mis trabajos se sientan identificadas y no excluidas. Esta es una de las razones por la cual mis obras no muestran un rostro. No represento la belleza y perfección, represento las costumbres y las actividades que se realizan en el Perú.
¿Qué te atrae de las pancas de maíz?
Sus bondades, ya que es fácil de conseguir y es algo distinto, expresa lo que no se acostumbra.
Sandra Bottger pertenece a la comunidad ARTESANO, para mayor información: Facebook – Artesano Comunidad.