Año: 2007
Categoría: La autoridad (atributos)
Relator: Alcira Calachua Puma
Región: Arequipa
Recopiladora: Marleni Martínez
Provincia: Castilla
Distrito: Andagua
Según lo que me han dicho, [esta es] la historia del Inca de Coropuna. Desde Coropuna traían agua los incas de acá, iban, se secaba, se secaba. En una de esas el Inca se amargó y mandó a uno de sus hijos que vaya a rondar el agua y va y dice a Coropuna. Entonces había una hija de Coropuna y como todos los días iba el Inca y se enamoraría del Inca, la hija de Coropuna. Entonces él no le tomó importancia, ha ido a rondar el agua, otra vez se secaba y en una de esas dice que se ha meado el joven, el joven inca, y entonces de ahí viene la hija y donde que ha orinado el Inca, ahí mismo también orina, ¿qué resulta?: ha salido embarazada la hija de Coropuna. Bueno ya gestó, bueno ya nació el niño.
Entonces, la niña, a la hija de Coropuna, le pregunta su padre el Coropuna: “¿Quién es el padre?”, y la hija le contesta: “El Inca de Andagua”.
Entonces ¿qué pasa? Él pues le dice: “Ya, ahora tengo de mandar, e ntonces, que mande, una cuna de oro,
puro oro” (…).
Entonces, le manda a su secretario, a su empleado: “Le dice s al Inca que me mande cuna de oro y pañales de plata”.
Enchapado, bañado, los cantitos ¿cómo sería? adornado y la cuna hecha de puro oro. Entonces ¿qué pasa el Inca?, viene su empleado de Coropuna y le dice al Inca: “Dice que me va a usted mandar”, entonces le dice [el Inca]: “¿Qué hijo yo tengo? si yo no hecho nada”.
Se molestó el Inca, entonces va otra vez [el secretario]: “Dice que no, no hay, dice que no e s el padre él”. Entonces otra vez le manda [al Inca], le dice [el secretario]: “No tienes que ir y que te mande la cuna de oro y los pañales de plata.
Entonces vuelta regresa” [el secretario y dice al Inca]: “Dice que usted me tiene que enviar la cuna de oro y los pañales de plata”.
Entonces ¿qué ha hecho el Inca? Ese tiempo que había llamas, entonces, la quijada de la llama le había mandado, el hueso (…) dentro del cofre, le había mandado, la quijada a Coropuna y los pañales había mandado (…) bayeta, así nomás medio enlanado, había mandado [y d ice al secretario]: “Ese es el pañal que vas a llevar y esa es la cuna que vas a llevar”.
¿Qué hace el empleado? le lleva al Coropuna y le entrega. Se amargó, se asó el Copuna, agarró, tiró esto, agarró el otro [y dice]: “Yo he d icho la cuna de oro, yo he dicho pañales de plata, ¿éste va a ser de plata y este va a ser de oro? ¡No puede ser!, ahora va a ver su merecido”.
Manda en el mismo cofre, manda la ollita de barro, con platito de barro más. Ahí adentro en la ollita de barro le manda fuego y lo tapa con el platito. Entonces el empleado trae otra vez el cofre, le entrega [al Inca y le dice]: “Esto le está mandando el tayta Coropuna”, le entrega y el Inca lo destapa y cuando era el fuego, por eso se incendió. Dice que este era un valle donde crecía mucha fruta, valle mismo de los incas e iba a ser Cusco este sitio.
Entonces ¿qué pasa con el inca? Lo suelta y se escapa, el fuego a él nomás lo seguía (…). Ha entrado para la tierra (…) y se ha ido donde hay unas peñas y se dio vuelta hasta (…) había tirado la varita que había llevado, el Inca [dice]: “Este que voy a tirar y donde va a caer, ese va a ser Huanacaure”.
Tiró y de ahí se fue. Entonces todo el valle de los volcanes se ardió, ya todito, desde el fondo hay volcanes.
Fuente: Voces de la tierra, relatos sobre montañas y lagunas. Serie Tradición oral del Perú, volumen 1. 2010, INC