DIA IBEROAMERICANO DE LA DANZA
Los ministros y las ministras de Relaciones Exteriores de los países iberoamericanos, reunidos el 30 de noviembre de 2020 bajo la presidencia de Andorra, reconocen la fecunda trayectoria de la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso (Cuba 1920-2019), rindiéndole homenaje por su valioso aporte a la danza y a las culturas iberoamericanas y universales, declarando celebrar todos los 21 de diciembre el Día Iberoamericano de la Danza, para honrar su natalicio y hacer llegar su legado a las futuras generaciones.
MENSAJE 2023 desde la SEGIB, IBERESCENA y PID
Hoy, y de manera conjunta, las instituciones implicadas en el fomento del Espacio Cultural Iberoamericano articulamos nuestra voz en torno a la celebración de las danzas de nuestra región, reconociendo el valor que constituyen como práctica social y colectiva, expresión artística, patrimonio inmaterial, campo de investigación y generación de conocimiento, motor de desarrollo sostenible y estímulo de calidad de vida.
En este sentido, reconocemos su rol esencial en el crecimiento del ser humano, su fuerza transformadora que permite conectar, imaginar y crear mundos pluralistas, con espacio y sentido para cada expresión de vida, con equidad, sin racismo ni exclusión de ningún tipo, y desde una cultura de paz.
Junto a esta visión, el propósito de este día es compartir su potencial a la vez que visualizamos los desafíos que están pendientes, y que nos competen como sector y red de agentes involucrados en el fomento de esta expresión de los derechos culturales.
Esto implica comprometernos a continuar creando y conjugando herramientas, sinergias y recursos para el incentivo y cuidado del área, que nos permitan acercarnos a los futuros deseables junto a los artistas, educadores, investigadores, gestores, mediadores y cultores de todos los territorios.
Supone además entender este campo como un conjunto de procesos complejos, generadores de sentido, desde las propias prácticas y en convivencia con aquello que nos instiga, ocupa y motiva como ciudadanos y ciudadanas.
Y significa también conectar estas fuerzas creadoras con otros campos de conocimiento, acción y transformación. Poner estos saberes a disposición de los desafíos sociales, económicos y ambientales que urgen, y asumir las corresponsabilidades desde este movimiento hacia aquel que necesitamos y anhelamos crear en comunión. Aquel movimiento que parece olvidado, que supimos danzar, y que el cuerpo reclama.
SOBRE ALICIA ALONSO
Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo, Alicia Alonso, nace el 21 de diciembre de 1920 en La Habana, Cuba. Comienza sus estudios de danza clásica debutando muy joven en el Auditorium de su ciudad, con el ballet La Bella Durmiente. Posteriormente se casa con Fernando Alonso, de quien adopta su apellido y con quien viaja a EEUU. Una vez allí profundiza sus estudios en Nueva York, donde pasa a formar parte del American Ballet Theater, interpretando destacados roles entre 1938 y 1943. A lo largo de toda su trayectoria trabaja junto a Mijail Fokine, George Balanchine, Leonide Massine, Bronislava Nijinska, Antony Tudor, Jeremy Robins y Annes de Mille, entre otras grandes personalidades de la coreografía internacional. Es invitada como estrella solista en las compañías más consagradas como ser los Ballets Rusos de Montecarlo, Bolshoi, Kirov, Opera de París y el Ballet Real Danés, entre otros. Ya en Cuba funda el Ballet Alicia Alonso, hoy Ballet Nacional de Cuba, con quien viaja por la mayoría de los países de Iberoamérica, cosechando más de cuatrocientos reconocimientos a lo largo de su carrera artística, siendo la intérprete iberoamericana de las grandes obras del repertorio romántico, clásico y moderno, y consagrándose como una de las bailarinas más importantes del siglo XX. Hasta su muerte el 17 de octubre de 2019, fue la Directora del Ballet Nacional de Cuba.