NARRATIVAS SOBRE EL III FESTIVAL INTERNACIONAL CUERPO A CUERPO Siete días de Fiesta para Danzar en Abya Yala
Marlon Fabian[1]
ECOS POIÉTICOS
“Não é possível ter liberdade cultural enquanto a ‘cultura do silêncio’ prevalecer na América Latina”.
Paulo Freire
Este texto se limitará a un breve comentario sobre las impresiones y afectos que pude disfrutar durante mi participación en el III Festival Internacional Cuerpo a Cuerpo en Abya Yala – Sector Danza Cusco, codirigido por las artistas Simone Mello (Brasil) e Marisol Zumaeta (Perú), con la curaduría de Carlos Cruz (México). De esta manera, abordaré temas que me cruzaron durante la preproducción y producción de este evento.
En esta edición realicé las funciones relacionadas con la línea gráfica y las exigencias de las necesidades técnicas de los medios virtuales. Mi trabajo consistió en ocuparme, de esta manera, de la producción de carteles para redes sociales y de las publicaciones de los artículos de la Muestra: Luciérnagas de la Videodanza, que fueron seleccionados por la curaduría. Esta Muestra estuvo compuesta por trabajos de artistas invitados y convocados (en esta categoría se recibió 111 propuestas de videodanza a través de nuestra convocatoria de carácter ibero americana). Luciérnagas de la Videodanza estuvo compuesta por un total de 40 obras, 6 de las cuales fueron de artistas previamente invitados por la dirección y otras 34 obras seleccionadas por los curadores, Charlotte Giusti (Francia), Augusto Navarro (Perú) y Flavio Tonnetti (Brasil), bajo la curaduría general de Carlos Cruz (México). Estas creaciones se exhibieron durante los siete días del festival y aún lucen en las plataformas digitales del Cuerpo a Cuerpo[2].
Página de Facebook – Cuerpo a Cuerpo: <https://www.facebook.com/cuerpoacuerpocusco> Página de Youtube – Festival Cuerpo A Cuerpo Sector Danza Cusco: <https://www.youtube.com/channel/UC-GbsIyHQvz9r3CTYoC6ZbQ>
Así, los ecos expuestos en este texto impregnan mi experiencia como integrante de la producción de este festival. Resonancias establecidas en la memoria y en los espacios del cuerpo, pero también en sus vacíos y olvidos. En los pliegues y desdoblamientos del tiempo. En las líneas creativas y operativas de lo que es posible concebir como ejercicio, como práctica de un hacer colectivo. Este festival se concibe aquí, entonces, como un ámbito de encuentros de fuerzas, deseos y acciones poéticas. Un dispositivo transductor a una potencia denominada Cuerpo a Cuerpo. Este texto continuará como una estructura/acontecimiento poético, en el que su materialidad estará basada en los cruces que repercutieron y aún repercuten en las permanencias y caminos construidos junto a todos los involucrados en esta gran fiesta.
EL FESTIVAL COMO PRÁCTICA DEL TIEMPO OTRO
Comienzo con algunas reflexiones que me acompañaron durante las actividades del Festival. Tuve, pues, como punto de partida o de llegada, inquietudes que me llevaron a reflexionar sobre lo que nos mueve a estar juntos; sobre cómo mi perspectiva como brasileño (extranjero) podría contribuir y cómo mis errores con el idioma no podrían ser algo embarazoso. A partir de estas preguntas, me encontré atravesado por un pensamiento que me llevó a entender el término festival como un tiempo dedicado a la fiesta. Y pienso que tal acontecimiento ejerce una fuerza capaz de ponernos en estado de compartir. Es solo que. Estar abiertos al encuentro con la diferencia, creando, a pesar de los diferentes cuerpos, puntos similares de vibración, para hacerlo realidad.
La fiesta, para el filósofo Byung-Chul Han, se instaura en otro tiempo… Un tiempo, a su vez, susceptible de ser suspendido. En verdad, la fiesta promueve una discontinuidad con el tiempo de trabajo y se rodea de una continuidad propia. No planteo este tema para decir que en un festival no hay trabajo, al contrario, hay un trabajo arduo y muy dedicado para que la suspensión pase por un tiempo otro: “el tiempo de la fiesta no es un tiempo de relajación o recuperación. La fiesta es en sí misma una forma de conclusión[3]. Ella deja que comience un tiempo completamente otro”[4]. Por lo que representante un enorme esfuerzo por romper con la lógica de la vida cotidiana. Una lógica, en general, no pensante. Y solo en este aspecto ya podemos apuntar al gran compromiso que es necesario para este acontecimiento. Es decir, alejarse de la perspectiva que establece el método de reproducción requiere un gasto de energía para hacer emerger algo en una lógica otra, o sea, en nuestras actividades podemos considerar que aquello a lo que apuntamos (como una flecha hacia el blanco) es el trabajo otro, capaz de establecer nuevas configuraciones y percepciones de sí mismo y del tiempo. De esta manera, aprendí del Festival Cuerpo a Cuerpo como una práctica, como un ejercicio en la construcción de estos arreglos que, en resonancia con Han, clasifico como siendo otros.
CONFLUENCIA Y DIVERSIDAD DE TIEMPOS Y ESPACIOS
El festival contó con siete días de actividades (conversatorios, exposiciones, laboratorios, fiestas y muestras presenciales y virtuales). Fueron aproximadamente doce horas de programación diaria, de lunes a domingo. Una semana intensa que incluyó otros intensos días de trabajo de otros artistas, que dieron cuerpo y aliento a este deseo compartido de encuentro. Cuerpo a Cuerpo fue una confluencia de una diversidad de tiempos y espacios, presentando en su materialidad la potencia y los ecos poiéticos. En resumen, la dedicación e implicación de los artistas seleccionados, los invitados y todo el equipo de producción fueron fundamentales para concebir la existencia de esta fiesta; de esta acción colectiva capaz de instituir nuevas instancias espaciotemporales, de crear oportunidades y de construir diferentes modos de conclusiones (de otorgar sentido).
Me doy cuenta, por tanto, que durante el festival surgieron algunos desafíos, pero creo que fueron superados de manera satisfactoria. Lidiar con el tiempo otro posibilita el advenimiento de alguna adversidad. No es una operación lineal. Quizás, lo que mejor encuadra los esfuerzos es en un movimiento regado por las multiplicidades de otras líneas, puntos de intersección que anclan y sustentan los anhelos (reverberaciones de expectativas y perspectivas individuales y colectivas). Así, lo que se propone es una acción a través de un procedimiento sistémico. Christine Greiner y Helena Katz, dos pensadoras de la danza, dicen que para pensar el cuerpo es necesario mirarlo de forma indisciplinada[5]. La indisciplina, en este caso, no se trata solo de una ausencia de disciplina. Lo que proponen es una forma de concebir el cuerpo más allá de categorías disciplinarias aisladas. Las disciplinas se auto organizan todas para moverse con la idea del cuerpo. De esta forma, el cuerpo es el resultado de varios cruces; opera en constante negociación con otros sistemas y actúa como un sistema. Así, cuando se trata de pensar el cuerpo, es necesario tener en cuenta que sólo una base disciplinaria no es suficiente para abarcarlo. Y del mismo modo se establece la creación y ejecución de un festival. Estamos ante un elemento dinámico como es el cuerpo. Y, por tanto, es necesario entenderlo como un sistema que actúa bajo la regencia de diversas fuerzas de acción y eventualidades. Su modo de organización, en vista de ello, se materializa como/en un proceso abierto.
EL CUERPO SIEMPRE SE EXCEDE Y SE ESCAPA
El cuerpo siempre se excede y se escapa. Hay que aprender a lidiar con los excesos y las fugas del cuerpo. Menciono esto para decir que en una producción de festival algo se puede escapar. Podemos reconocer que algunas situaciones están fuera de nuestro control (o que nos hacen sentir así) y que las consideramos como experiencias negativas. Sin embargo, me interesa pensar en el aspecto de la negatividad como un dispositivo capaz de crear movimientos.
Al pensar en la imagen de la luciérnaga, por ejemplo, que fue un elemento poético y conductor de este festival y de los diferentes frentes de trabajo y producciones, observo que su forma de existencia cambia en la noche y, al mismo tiempo, promueve cambios en su percepción. Su permanencia en el tiempo y el espacio se da a través del fenómeno del encendido y apagado. Y así, llenar y vaciar una noche. ¿Cómo capturar una luciérnaga en el momento de su extinción? ¿Lo capturamos o capturamos la inmensidad de la noche?
Entonces, ¿cuánto tiempo transcurre cuando una luciérnaga cruza el paisaje? Su simple presencia es capaz de alterar el momento y el ambiente. El intervalo de su desplazamiento impulsa nuevas concepciones temporales y físicas en el espacio. El tiempo de la noche en contacto con el tiempo del relucir de las luciérnagas genera líneas de discontinuidades. Intervalos entre uno y otro. Perspectivas flotantes de la imagen que observas y la imagen que brilla. Hay intercambios de intervalo en este cruce de acciones. El tiempo es como un flujo dinámico que opera entre fuerzas y se establece no como una sola, sino como intersecciones estimuladas en un juego de presencias. No entender el tiempo de uno, sino el tiempo con el otro, tiempo otro. Algo constituido a partir de estímulos que se escapa de uno y otro. Puntos de encuentros y desencuentros que fomentan una experiencia conjunta al mismo tiempo. Así, lo que puede considerarse una negatividad (como el hecho de que no siempre esté emitiendo luz) en una luciérnaga también puede revelarse como un poder para abrir nuevos modos de funcionamiento. La imagen de la luciérnaga, por lo tanto, se concreta, o más bien, se concluye en el paso de estos dos efectos. En el acto de cintilar y la aparición masiva de una noche. En este tránsito continuo de su [des]existencia.
Por tanto, lo importante es tomar posición, evocando a Didi-Huberman[6]. Tomar posición es afrontar la diferencia (el desafío, la fuga, lo negativo) y apuntar a salidas precisas y sensibles con el conjunto. Huberman dice que tomar posición es un movimiento hacia el conocimiento: “para saber hay que tomar posición. No es un simple gesto. Tomar posición es situarse por lo menos dos veces, por lo menos en dos frentes que toda posición implica, ya que toda posición es fatalmente relativa. […] Para saberlo es necesario tomar posición, lo que significa moverse, y asumir constantemente la responsabilidad de tal movimiento”[7]. Para explicarme mejor: ¿hacia dónde nos mueve eso que se nos ha escapado? ¿Qué genera esto en sustancia técnica y poética para nuevos caminos? Y así, asumir las fugas, los excesos e incluso las diferencias como medios para pensar posiciones comprometidas con lo que afecta y conduce a los anhelos y conclusiones.
CUERPO A CUERPO – UN CHORRO Y UN BEBEDOR
Para encaminar el final de este comentario y llevar a los cuerpos a la fiesta, cito a Charles Baudelaire: “siempre hay que estar borracho. Todo está ahí: esa es la única cuestión. Para no sentir el peso horrible del Tiempo rompiéndonos la espalda y empujándonos al suelo, es necesario emborracharse sin tregua. ¿Pero de qué? De vino, de poesía o de virtud, como gustes. Pero emborrachaos.”[8] Ponerse en estado de embriaguez con la virtud del tiempo de la fiesta. La embriaguez como puesto de deleite de este tiempo y trabajo otro. “Beber es absorber”[9]. Y así, colocando el cuerpo como intensidad en la contingencia de su desbordamiento: “El cuerpo es un campo de derrame y una red de fuentes, un surtidor, un bebedero, un remanso, una maquinaria de bombas, turbinas y compuertas cuyo juego entretiene la vida en lo húmedo, es decir, en el paso, en la permeabilidad, en deslizamiento, flotando, nadando y bañándose. No es sólo en el mismo río donde Heráclito no se baña dos veces, es en el cuerpo mismo. Nunca es él mismo sin estar ya empapado de extrañeza, rezumando aguas nuevas”[10]. El cuerpo es esa intensidad que también se mueve en la fiesta y, a través de sus desbordamientos, se pone en constantes cambios y movimientos, conduciéndose desde sus diferencias. Toma posición.
Así bebimos la poesía que se ofrecía, los cuerpos danzantes que comenzaban a caminar por los senderos. Nos embriagamos de risas, de intercambios con el movimiento polinizador que sacudió nuestros días y que aún resuena en nuestros cuerpos. Nos embriagamos más con los encuentros vibrantes que tuvimos, con las enseñanzas, “há prendisajens.”, como nos dice el poeta angoleño Ondjaki[11], con las increíbles obras compartidas con generosidad y sensibilidad con el Festival. Y después de habernos empapado el cuerpo, podemos mirar los nuevos espacios para nuestra embriaguez.
EXPERIENCIA Y DESBORDAMIENTO
[…] A bomba é um cisco no olho da vida, e não sai
A bomba é uma inflamação no ventre da primavera
[…] A bomba não sabe quando, onde e porque vai explodir, mas preliba o instante inefável
[…]A bomba não destruirá a vida
O homem (tenho esperança) liquidará a bomba.
(Carlos Drummond de Andrade)
Les agradezco inmensamente a todos por esta experiencia y desbordamiento. Por la invitación a integrar este cuerpo dentro de Cuerpo a Cuerpo. Cuerpos en plural, porque eran muchos y diversos, que bailaban sus verdades y sus afectos. Ganaron más cuerpo, memoria y espacios para polemizar, para compartir sensiblemente. Gracias por aceptarme en la diferencia de idioma, cultura. En estos tránsitos de códigos, a veces caóticos. Gracias por las luciérnagas que aún vibran y brillan en mi cuerpo.
REFERÊNCIAS
BAUDELAIRE, Charles. Embriagai-vos in Pequenos Poemas em Prosa: Le Spleen de Paris. Rio de Janeiro: Editora Athena, 1937.
DIDI-HUBERMAN, Georges. Quando as Imagens Tomam Posição. Belo Horizonte Editora UFMG, 2017.
GREINER, Christine. O corpo: Pistas para estudos indisciplinares. São Paulo: Annablume, 2005.
HAN, Byung-Chul. Favor Fechar os Olhos: Em busca de um outro tempo. Petrópolis-RJ: Vozes, 2021.
Nancy, Jean-Luc. Embriaguez. Belo Horizonte: Editora UFMG, 2020.
ONDJAKI. Há Prendisajens Com o Xão: O segredo húmido da lesma & outras descoisas. Rio de Janeiro: Editora Pallas, 2011.
[1] Marlon Fabian es poeta y performer brasilero. Máster en Estudios del Lenguaje en CEFET-MG, donde realizó una investigación sobre la poética del cuerpo dentro de un análisis de los procesos coreográficos del bailarín Tatsumi Hijikata en el cortometraje Heso to Genbaku (1960), El ombligo y la bomba atómica, del director Eikō Hosoe. Desarrolla obras relacionadas con el cuerpo y la poesía. A partir de experiencias con otras artes, como la performance, la danza y el teatro, busca comprender las manifestaciones poéticas en una perspectiva interartes y en un campo ampliado, en el cual es posible discutir la presencia de la poesía en otras modalidades artísticas, visando la expansión de sus fronteras. Trabaja en el escenario cultural con sus obras de poesía corporal tituladas Ações Poético-Corpórea y con publicaciones de poemas en colecciones literarias.
[2] Página de Facebook – Cuerpo a Cuerpo: <https://www.facebook.com/cuerpoacuerpocusco>
Página de Youtube – Festival Cuerpo A Cuerpo Sector Danza Cusco: <https://www.youtube.com/channel/UC-GbsIyHQvz9r3CTYoC6ZbQ>
[3] Han utiliza el término conclusión (una aproximación a las discusiones de Hegel en la Ciencia de la Lógica) como una unidad capaz de generar significado, por tanto, a través de la conclusión es posible generar conocimiento.
[4] HAN, Byung-Chul. Favor Fechar os Olhos: Em busca de um outro tempo. Petrópolis-RJ: Vozes, 2021. p. 31.
[5] GREINER, Christine. O corpo: Pistas para estudos indisciplinares. São Paulo: Annablume, 2005. p. 126.
[6] DIDI-HUBERMAN, Georges. Quando as Imagens Tomam Posição. Belo Horizonte Editora UFMG, 2017.
[7] Ibid., p. 15 – 16.
[8] BAUDELAIRE, Charles. Embriagai-vos in Pequenos Poemas em Prosa: Le Spleen de Paris. Rio de Janeiro: Editora Athena, 1937.
[9] Nancy, Jean-Luc. Embriaguez. Belo Horizonte: Editora UFMG, 2020. p. 34.
[10] Ibid., p. 24
[11] El poeta angoleño Ondjaki utiliza el término “prendisajens” en su libro Há Prendisajens Com o Xão:
O segredo húmido da lesma & outras descoisas. Desde esta desviación lingüística, el poeta explora en su poesía, dentro de una perspectiva “mínima”, las sutilezas de la vida cotidiana, pero señala al lector la grandeza de sus descubrimientos. Este libro tiene una fuerte influencia con la poesía del poeta brasileño Manoel de Barros y sus vivencias en la ciudad de Luanda.