Por: María Fajardo Barbachan
En nuestro país existen muchos emprendimientos culturales y artísticos que son llevados a cabo con éxito y que repercuten positivamente en el desarrollo de nuestra sociedad. No obstante, esas grandes ideas y acertados procesos a veces quedan en el recuerdo, solo a través de fotos y vídeos, sin tener un registro estructurado y completo de aquellas prácticas que resultaron exitosas y aquellas que pudieron ser mejores, y merecen ser replicadas y optimizadas.
Estas grandes ideas que, sobre la base de esfuerzo comunitario, en algún momento se buscan replicar son frenadas por la falta de un registro de los procesos que estructure el cómo volverlos a ejecutar. La falta de este sistema de información tangible obliga muchas veces a estos emprendedores culturales a tener que comenzar de nuevo o, lo que es más lamentable, dejar lo hecho solo como una remembranza en el imaginario.
Sucede también que, al tener esta experiencia exitosa solo en la mente de uno o pocos, no se logran descentralizar las acciones de forma efectiva y en consecuencia un sinfín de responsabilidades no consiguen ser concretadas por una sola persona o grupo reducido; situación que impide el desarrollo y crecimiento de su propuesta.
Estos emprendimientos sistematizados muchas veces cuentan con todas las cualidades y condiciones para ser acreedores de auspicios, patrocinios o estímulos. Empero, suelen perder oportunidades significativas de apoyo por no tener un proyecto tangible y estructurado que sirva de sustento y sea clarificador de cómo la idea podría trascender al discurso generando un impacto social significativo.
Conversamos con Onellida Mogollón, productora del Festival Internacional de Culturas Urbanas “Pura Calle”, beneficiario de los Estímulos Económicos para la Cultura del 2018 en el concurso de Festivales de las Artes Escénicas y la Música, quien nos compartió su experiencia sobre el desarrollo de sistematización que hoy los ayuda a seguir creciendo y soñando.
“Pura Calle” es el festival más sonado de arte urbano en Lima. Se lleva a cabo desde hace 8 años y con mucho éxito. Onellida señaló que desde hace 3 años decidieron sistematizar su experiencia: “Surgió porque todos los años solo lo teníamos en nuestras cabezas. Somos un equipo bien chiquito que realiza este festival enorme”, afirma con una expresión de satisfacción.
Para el equipo “Pura Calle” esta sistematización significó la identificación de todas las acciones involucradas en el festival y la estructuración de todos los aspectos relacionados con la experiencia para facilitar su entendimiento a otras personas con el fin de replicarlo. Onellida explica: “La sistematización para nosotros es la suma de procesos, protocolos, el organigrama, la estructura. Todo lo que involucra como una pequeña empresa con todos los procesos para dárselo a alguien y sepa todo lo que debe tener en cuenta”.
Conscientes de que todo es cambiante y que los proyectos con el tiempo van madurando y creciendo, Onellida afirma que, de acuerdo a la última versión del festival, ajustarán sus procesos en un informe que adjuntarán a dicho documento para enriquecerlo: “Nuestra sistematización no se ha vuelto a actualizar, tampoco es que esta versión sea muy lejana. Claro que ha habido cambios. Lo que vamos a hacer este año es un informe, para ver cómo trabajamos anualmente”.
“Pura Calle” está en una búsqueda constante de oportunidades y crecimiento, por ello, su mayor impulso para llevar a cabo la sistematización fue cruzar fronteras. “Nuestro mayor impulso fue llevar a “Pura Calle” fuera del Perú. Trascender fronteras, porque al interior del país ya hemos ido. Buscar personas con quienes aliarnos”, sostuvo la productora del evento. Con el fin de lograr ese objetivo según expresó, están tomando todas las acciones necesarias.
Los beneficiarios de los estímulos recomiendan a otros emprendedores culturales que sistematicen sus proyectos para que puedan lograr desarrollarse teniendo claro a dónde se dirigen. Al respecto, nos manifestó: “Te sirve para que puedas tener claro cuál es tu misión, tu visión y tus objetivos. La sistematización es un comparativo de un año tras otro”.
La productora concluye que su decisión de sistematizar “Pura Calle” fue acertada, ya que les permitió descentralizar los esfuerzos haciendo sus acciones más eficientes. Apuntó: “Tenemos un manual de cómo tendrías que llevar un Pura Calle. Es un proyecto que se le puede entregar a Gissel, trabajadora en el proyecto, en documento, para que ella pueda tener todos los procesos a grandes rasgos de cómo es. Antes solo tres personas eran las que te daban información y eso nos limitaba de alguna manera”.
La familia “Pura Calle”, gracias a la formalidad y sistematización de sus procesos, se permiten ser ejemplo de otros grupos de jóvenes y brindarles ayuda en la realización de sus emprendimientos culturales. “No ayudamos a otros proyectos a sistematizar. Ayudamos a que ejecuten correctamente. Porque los colectivos que están cerca de nosotros son jóvenes. Esas cosas a nivel de producciones se deben tener en cuenta. Es importante que sepan cómo hacerlo. Inclusos a los que participan les explicamos qué equipo deben tener, toda una serie de detalles que no solo es juntarse y ya, sino que también tienen que organizarse para que todo pueda resultar”, finaliza Onellida. Con esto, nos demuestra que su trabajo trasciende y se extiende impactando a otras iniciativas culturales a realizar su proceso de una manera eficaz, efectiva y formal.