Son diez años dedicado a la pintura y el dibujo, quizá fueron las casualidades de la vida que le dieron la oportunidad de mostrar que el tiempo no es determinante para ejecutar una acción, simplemente está en el querer hacer algo y hacerlo. Ahí radica la diferencia. Como mencionaría Palbiro: por una casualidad logré exponer mi primera muestra Camino Místico en el Centro Cultural de San Marcos y ahora, 5 años después, estoy realizando otra exhibición “Canto a la libertad” en la Galería de Arte Augusto B. Leguía que finaliza el 25 de marzo.
“Mi finalidad es el arte en sí mismo”
En el Parque de la Amistad del distrito de Surco, Palbiro reúne 59 pinturas (38 óleos, 5 a lápiz -carboncillo y sepia- y 16 pasteles; a los cuales se le suman 3 esculturas) con la muestra Retrospectiva Canto a la Libertad. Aquí el artista nos traslada por mundos inventados al ritmo de sus colores e imágenes, de las formas de apariencia extravagante surgidas de una inspirada invención. Porque eso es el arte: creación de mundos extraños que asombren al espectador de buen gusto.
Maynor Freyre
Palbiro (Pablo Ribeiro Lora) nos cuenta cómo llega a interesarse por el arte, cómo desde muy niño se le inculcó un arte en particular que es la música y cuál fue el proceso para llegar a la pintura.
Todo partió desde su familia, cuyos miembros -no todos- desarrollaron una conexión con la sonoridad del violín, por lo que no es de extrañarse la relación que tuvo con los violines y el canto.
He vivido como algo normal el canto y la música de violines.
Posteriormente decidió estudiar psicología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, carrera que no concluyó, pues descubrió que no era el camino que buscaba para sí. Entonces optó por el canto e ingresó al Conservatorio de Música para perfeccionarse en lírica, luego formó parte del Coro Nacional del Instituto Nacional de Cultura. La música lo sensibilizó.
Esta decisión le dio muchas actividades a realizar, como por ejemplo, lo incentivó a enseñar música a través del zen (un sistema Suzuk) que era la mejor forma de llegar a los niños y ancianos. Como él logró integrar sus conocimientos de psicología, música y zen, lo contrataron para trabajar en centros de rehabilitación para niños en Cedro y con grupos terapéuticos de música en Essalud.
En un momento de su vida, él comenta: “Sentí que ya había cumplido en ayudar a la gente a ser felices”, por lo cual decidió que iba a retirarse y emprender diversos viajes a varios sitios al interior del país. Anticipó su jubilación y se mudó a Moyobamba, un lugar tranquilo para vivir, dado que la naturaleza lo inspiraba a escribir poesía y a dibujar. Sin darse cuenta se fue llenando de dibujos, más aún, fue desarrollando un proceso creativo interno.
Es una necesidad de expresarme a mí mismo, para ver qué hago y reconocerme en lo que hago.
“En un inicio, casi todo lo que dibujaba era verde. Si ves selva, pintas selvas; si ves atardeceres, pintas atardeceres. Es decir, la influencia está dada por la geografía.” En Moyobamba, encontró la paz suficiente para realizar cualquier cosa que quisiera hacer, pintaba lo que le salía en el momento. Hasta ahora lo hace.
La estrecha relación que desarrolló con su entorno, le permitió acrecentar su creatividad y sus ganas de pintar. Quizá no tuvo influencia directa de algún artista, pero sí le encantaba Gauguin y Van Gogh, porque revolucionaron toda la pintura ya que fueron totalmente auténticos. Pintaban porque les daba la gana y porque querían.
En cuanto a su persona, Palbiro comenta que no sabía del óleo hasta que lo probó y le fascinó. Las maravillas son en óleo esbozó.
Cuando tuve una cantidad de cuadros a color y lápiz, vine a Lima. Luego de 3 años, así de casualidad, las mostré en la Casona de San Marcos, ellos vieron mi esfuerzo y como se había retirado un pintor que exponía en dos meses me dijeron: “Mira, si tienes cuadros y los puedes tener listos en dos meses, muy bien, traelos”. Me aceptaron para hacer mi primera exposición, que llamé Camino místico, porque era mi camino en la selva: el de encontrarme a mí mismo. Y a través del arte, te encuentras sí o sí.
Las retoqué, hice lo mejor. Luego, presenté la exposición en La Casona. Estuve un mes. Y dije: “Tengo que agradecerle a la Amazonia que me ha dado tanta inspiración, felicidad. Así que, por favor, dénme un empuje para hacer esta muestra itinerante¨. Me dieron una presentación y pude irme a donde había vivido, a Tarapoto, Chachapoyas, Moyobamba, Iquitos, otras zonas y terminar en Cuzco.
En cuanto la muestra actual Canto a la Libertad Retrospectiva, Palbiro explica que sucedió algo muy curioso; puesto que él tenía todas las obras que había elaborado y no las había vendido porque es místico y es personal.
Yo vivo en Surco, estaba yendo al centro Cultural Leguía y el Centro de Exposiciones de Arte estaba cerrado. Entonces conversando con ellos, les dije: “Yo tengo mis obras. Podemos reabrirlo”. Insistí hasta que me dijeron: “Pero es grande el sitio. ¿Tienes para llenar?” “Sí”, les respondí. “Entonces, sí, puedes hacerla”. Les mostré las cosas y me dijeron: “En dos meses, la reabrimos contigo”. Tenía más de 60 obras. Tuve que dejar varias afuera porque no había la infraestructura suficiente para módulos.
Luego de 18 meses de inactividad se reabrió la sala de arte Augusto B. Leguía con la exposición RETROSPECTIVA de PALBIRO.
Palbiro pretende transmitir a través de su muestra, que vean como uno puede atreverse a ser artista a cualquier edad. Todos somos artistas, pero nos van cortando y perdemos esa espontaneidad. Si recuperamos esa espontaneidad, recién somos felices. Eres un infeliz mientras eres joven, adulto y vives una vida obligada en la que no disfrutas de ti mismo. Tienes que cumplir para tu mundo. Ese es el mensaje: que cualquiera a la edad que tenga, puede intentar expresarse en la poesía, en la danza, en la música, en la pintura, en la escultura en la cerámica. Hasta en los pueblos primitivos, hacen su cerámica artística y disfrutan. Ese es el punto, que la gente vuelva a sensibilizarse a través de las artes; porque no hay otro camino. Dentro de la ciudad, ¿en qué te vas a sensibilizar?
Al empezar a respetar la sensibilidad de los demás, no gritar, al volverte sensible, respetas al otro y te respetas a ti. Entonces, aquello va a influir en que la vida se adapte a una calidez y tranquilidad más grande. Evidentemente, tienen que haber sitios como esta galería, que se ha reabierto en todos los distritos, debería haber para que así uno encuentre un momento para disfrutar un café, ver las obras, caminar, de aproximarse a la naturaleza.
La única solución para que cambie el mundo es el arte.
En cuanto a sus planes futuros, quiere que su próxima exposición sea de Macchu Picchu. “Lo que yo considero, lo máximo de la humanidad es Machu Picchu. No porque sea peruano, sino porque es como un templo hacia el espacio, lo existencial. Es tan puro, tan natural que parece que tienes que ir limpio allí. Yo he visto a los que han pintado a Machu Picchu, pero como yo tengo otra mirada, puedo hacer de Macchu Picchu otras cosas diferentes.”
En relación a la muestra, esta consta de 5 Etapas: Camino Místico, Canto a la Libertad, Purificación por el Fuego, Infancia Feliz y Ensoñación.
Cada etapa representa un estadio de la vida del artista, así como en cada cuadro se pueden ver sus emociones, sus ensoñaciones, los cambios que experimenta, la tranquilidad y misticidad de la Amazonía.
Algunas de las obras:
Camino Místico
Victoria Regia nos sumerge al lado más místico de la naturaleza. Un bello lienzo lleno de detalles que te sumergen en el paisaje de un cristalino lago en cuyas aguas se refleja parte del cielo. Incluso las flores pareciesen cobrar vida en cualquier momento.
Un lienzo en el que el autor plasma el alma desde una perspectiva muy curiosa, dado que en ella se puede ver alma descansando en lo que se puede interpretar como un útero, para recobrar fuerzas y retomar con fuerza en su propósito.
Canto a la Libertad
Pabliro retrata “su mundo” inspirado por la naturaleza que lo rodea como el máximo inventor. Su estilo figurativo y envolvente nos da la sensación de que todo está en constante movimiento. Su visión desinhibida lo caracteriza por pintar lo que siente en el momento, sin atarse a un molde establecido.
Purificación por el fuego
Como su nombre lo indica, este lienzo evoca todo el calor y los colores de nuestra propia Amazonía, en una composición donde los trazos cobran vida, parecen danzar y crear nuevas formas, nuevos seres. El sentimiento resulta incluso embriagador.
Infancia Feliz
Una mirada nostálgica a la naturaleza desde la visión de nuestros antepasados. Donde los principales protagonistas son los animales primitivos que rondaron sobre la faz de la tierra hace muchísimo tiempo, como el mamut, el antepasado de un lobo, aves y árboles de frutos desconocidos.
Pueden visitar la muestra de martes – viernes en los horarios de 9:00 am – 1:00 pm / 3:00 pm – 8:00 pm y los sábados y domingos de 10:00 am – 1:00 pm / 3:00 pm – 6:00 pm en la Galería de Arte Augusto B. Leguía, Parque de la Amistad.